Bowers

07 Octubre, 2013

Otros británicos de alcurnia. Los de B&W nunca decepcionan y el A7 es una notable muestra de su gran trabajo en sistemas compactos. Basado en la estética de las MM1 (y en general de la gama multimedia de la firma), el A7 es casi un rectángulo negro con cubierta superior plateada que apenas asoma alguna molduras en aluminio. Un diseño muy serio; poco que ver con su producto insignia en esta gama, el famoso Zeppelin. Pero a cambio, el A7posee singularidades que aquel no conoce. Por principio de cuentas ofrece una amplísima conectividad: Ethernet, Airplay, entrada auxiliar analógica (1/8”) y USB para sincronización y actualizaciones. Mide 220 x 360 x 160 mm. Pesa 5.7 kg.

El A7 cuenta con el famoso sistema de tubos entonados Nautilus que actúan detrás de los tweeters de aluminio, extendiendo su respuesta y minimizando las reflexiones traseras. Tiene dos unidades de medio rango de 3”. El woofer es de kevlar de 6” y se encuentra en la parte trasera, el chasis es bass réflex y el puerto de salida de aire tiene la tecnología FlowPort (hendiduras como las que se ven en las pelotitas de golf, lo que disminuye drásticamente la distorsión en graves). Su potencia es de 2×25 W para los tweeters, 2×25 W para los altavoces de medios y 1×50 W para el subwoofer. Usa amplificador clase D, procesador DSP y su DAC interno opera en 24/96.

Cuenta con una app descargable desde iTunes Store para hacer la configuración WiFi-Airplay, lo cierto es que no es la más fácil de hacer, ni el equipo más robusto para sostener el WiFi (nosotros hicimos pruebas a 1 m de distancia y con diversos AP de marcas distintas). De hecho es preciso darle factory reset constantemente si se llega a perder el enlace al Access Point1. Sin embargo creemos que bastará una actualización de firmware o de la app para que esto mejore.

Nos encanta que tenga conexión Ethernet ya que así se puede hacer streaming vía la red de la casa u oficina, asegurando la confiablidad que a veces WiFi no posee.

En cuanto a calidad de sonido, compite con el rCube por el lugar de honor. Sus medios son excelsos y tiene el grave más controlado y profundo, marca de la casa B&W. Las voces se escuchan con suprema naturalidad e incluso en alto volumen no cambia drásticamente su carácter sónico como sucede con otros. Su control remoto es pequeño, simpático pero a veces no es tan ergonómico como quisiéramos, sobre todo en la oscuridad.

Conclusión

El A7 de B&W es el que ofrece más conectividad, sobre todo lo de Ethernet merece un aplauso. El sonido es encantador como era de esperarse. Tal vez el que tenga el sonido más neutral de todo el grupo, el grave de mayor impacto y la mayor extensión en agudos. Su punto negativo es la configuración que no es tan fácil como se enarbola y que tiene constantes dropouts usando Airplay-Wifi. Si inyecta su iPod por entrada analógica (a la antigüita) o si se conecta a la red cableada del lugar, fácilmente genera una amplia sonrisa.